En una cuenca, la existencia de bosques posibilita que los seres humanos recibamos múltiples servicios ambientales. Aquellos relacionados al recurso hídrico, determinan la cantidad y calidad del agua que pobladores, agricultores, empresas e industrias recibimos a lo largo del año.
Un importante servicio ambiental que brindan los bosques es la regulación del ciclo hidrológico. Estos forman la humedad necesaria para las precipitaciones e infiltran el agua de lluvia, evitando la erosión a su paso y reduciendo el riesgo de deslizamientos o inundaciones. Existen diversos mecanismos que ayudan a que los bosques cumplan su objetivo de mantener un nivel de agua disponible en quebradas y ríos, para los cultivos y para la generación de energía durante los meses en los que no llueve, y para brindar una adecuada calidad del recurso para el consumo humano.
Los mecanismos por servicios ambientales, también llamados mecanismos de retribución por servicios ambientales (RSA), conforman una de esas diversas maneras en que se puede proteger el recurso hídrico y, a su vez, sacar provecho de los servicios ambientales que brindan los bosques. Los mecanismos RSA hídricos, son sistemas voluntarios de transferencia de recursos monetarios y/o no monetarios para promover la toma de decisiones de las personas sobre un uso de la tierra que asegure la conservación de bosques y, por tanto, la provisión y regulación de agua
10%
más por cada década, es la presión que se ejerce sobre el uso del agua dulce a nivel global, por el aumento de la población y los patrones de consumo.
53.000m3
por habitante al año, es el valor promedio de agua renovable, uno de los más altos valores en el mundo (Comunidad andina, 2010).
22%
de los glaciares han desaparecido en la región andina.
1.853mm
en promedio es la cantidad de agua de lluvia que tiene la región andina en un año, lo que la hace una de las regiones más lluviosas del mundo (Comunidad Andina, 2010).
En los mecanismos de retribución de servicios ambientales para agua, quienes se benefician del uso del agua reconocen y retribuyen a quienes toman decisiones de producción y uso sostenible de los bosques, que, finalmente, contribuyen a su conservación y al abastecimiento continuo del agua a lo largo del año.
La región andina cuenta con varias experiencias innovadoras de este tipo de mecanismos, que además de buscar la conservación y aprovechamiento sostenible y eficiente de los recursos hídricos, colaboran con el desarrollo de las poblaciones, el alivio a la pobreza y la adaptación al cambio climático, como podrán observar en las experiencias que se presentan en esta caja de herramientas virtual.