Son compromisos voluntarios entre pobladores que deciden conservar sus bosques y usuarios y actores públicos y privados que reconocen ser beneficiarios de las funciones ambientales, económicas y sociales que cumplen estos ecosistemas, invirtiendo en la conservación de bosques y, de esta manera, garantizando entre varias funciones, la disponibilidad de agua de calidad.
Con los ARA, en el contexto boliviano, se busca "contribuir al desarrollo de mecanismos de complementariedad con la Madre Tierra que canalizan recursos a comunidades que protejan las funciones ambientales del bosque con acciones conjuntas de mitigación y adaptación del cambio climático".
ARA+ es un modelo adaptado de ARA, que promueve la conservación de cuatro funciones ambientales que provee el bosque: calidad de agua, conservación de la biodiversidad, equilibrio del microclima y almacenamiento de carbono.