Los bosques nos brindan múltiples servicios ambientales y contienen grandes reservas de carbono. En los países andinos, los bosques se encuentran amenazados por el avance de la frontera agrícola, la ganadería extensiva, la extracción no sostenible de leña y carbón y la tala ilegal de madera.
21%
de las emisiones generadas en América Latina son producto de la deforestación y cambio de uso del suelo (CEPAL, 2015).
647,3
millones de toneladas de CO2eq emite aproximadamente la región andina, según datos de FAOSTAT y WRI.
200
millones de hectáreas de bosque existen en la región andina. Alrededor de 30 millones han sido deforestadas (FAO, 2015).
799.000
hectáreas de bosque se deforestan anualmente en la región andina (FAO, 2015).
Sobre la implementación de estos mecanismos en los países andinos, de acuerdo a cifras del 2014, la mitad de las transacciones en el mercado voluntario global provino del sector forestal y el uso de la tierra. El 80% de ellas son iniciativas REDD y el resto, principalmente, proyectos de agroforestería y plantaciones forestales.
Con respecto a la comercialización de bonos de carbono, REDD es también la categoría que más volumen ha comercializado, superando incluso a la energía eólica. De acuerdo al reporte de Forest Trends, 2015, el precio promedio de esta categoría en los últimos ocho años es de US$ 5,2 por tonelada de CO2-equivalente. En el caso de iniciativas de reforestación y forestación, el promedio es de US$ 7,7 por tonelada de tCO2-equivalente.
Esta caja de herramientas presenta seis iniciativas innovadoras promovidas por el Programa MFS, sobre mecanismos como los descritos, que no sólo contribuyen a mitigar el cambio climático, sino también a mejorar las condiciones de vida de muchas familias rurales.